Se detuvo al borde del abismo y contempló
el paisaje que se elevaba en la distancia.
Suspiró sabiendo que ya no había retorno.
Las posibilidades de regresar y hacer de cuenta que nada había ocurrido eran
nulas, ella lo había aceptado al cruzar la puerta de su hogar y marcharse sin
aviso ni explicación.
—Una dama como tú no debería andar sola
por lugares como este —indicó una voz grave y serena.
Ella giró su atención hacia el lugar donde
el sonido cobraba vida y se encontró con un muchacho de cabellos oscuros y ojos
grises.
—No tengo más opción. Si quiero llegar al
reino de Wutrum, debo cruzar esta selva. No puedo desplazarme por los senderos
ya conocidos.
—¿Escapas de tu padre, tus hermanos o tu
marido? —cuestionó él cruzándose de brazos. Una leve sonrisa se dibujaba en su
rostro, generando un gesto de amabilidad sutil, pero sincero. No se estaba
burlando de ella, solo quería saber la causa que la empujaba a vagar sola por
un lugar tan inhóspito.
—De mi padre... ha arreglado un matrimonio
por conveniencia y no me interesa en absoluto.
—¿Crees que huyendo solucionarás algo?
—No. Voy a Wutrum porque pienso librarme
del compromiso de forma diplomática. Quiero conocer a mi futuro esposo y
pedirle la nulidad del arreglo que ha hecho con mi padre.
—Es poco probable que te escuche. Lo
sabes, ¿verdad? Si tu padre ya pagó la dote, estás perdida.
—Ya... lo mismo dijo mi hermana mayor.
Pero es que no entienden. ¡No puedo casarme así!
Él suspiró, mirando el sendero que quedaba
por recorrer.
—Vale. Si vas, te acompaño. Quiero ver
cómo resuelves esto.
Ella lo miró escéptica.
—¿Qué te interesan mis problemas?
—Me das
curiosidad, así de simple. Vamos, mejor salir de aquí antes de que caiga
la noche.
Sin darle tiempo a la muchacha para que pudiera
responder, el desconocido comenzó a caminar. Una enigmática sonrisa se dibujaba
en su rostro. Su compañera de viaje estaba muy lejos de saber el secreto que
guardaba.
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Nos leemos pronto!
Interesante, me dejaste muy intrigada. Ya quisiera saber el resto de la historia.
ResponderEliminarBesos.