miércoles, 8 de enero de 2014

Reseña: Un lugar donde refugiarse, Nicholas Sparks.


Título: Un lugar donde refugiarse.
Autor: Nicholas Sparks.
Número de páginas: 360.
Editorial: Roca

Sinopsis:

Cuando Katie aparece en la pequeña localidad de Southport, en Carolina del Norte, su precipitada llegada provoca muchas preguntas. Katie es hermosa pero no le gusta lucirse y tiene una determinación obstinada por evitar cualquier relación demasiado personal. Hasta que una serie de desafortunados sucesos la obligan a establecer ciertos lazos: con Alex, un viudo que tiene dos hijos pequeños y un gran corazón; y con Jo, su soltera y muy franca vecina. Poco a poco, irá dejando caer sus barreras, echando raíces en la comunidad y acercándose cada vez más a Alex y su familia. Katie no puede dejar enterrado el oscuro secreto que oculta su pasado y que todavía la persigue y la aterroriza. Un pasado que la obligó a emprender un viaje a través del país. Ahora, deberá escoger entre una vida segura pero carente de emociones y otra que aun siendo más arriesgada puede darle mucha felicidad.
Todo se centra en Katie, una chica que se ha mudado a un pequeño pueblo de Carolina del Norte, dejando atrás su pasado -identidad incluída-, a fin de crearse una nueva vida.

Habitando una cabaña casi en las afueras del pueblo, con una vecina que al principio parece algo metida y chusma, pero termina siendo su mejor amiga, y con el temor de que su pasado vuelva a por ella, Katie se ha prometido no establecer relación con nadie. Aunque Jo, su vecina, logra el primer paso en el sentido contrario que la protagonista tenía pensado. Porque esa mujer que parece hablar sin cansancio y reniega de la limpieza y orden de su casa, se cuela en el corazón de Katie y se gana su confianza. Y ahí nuestra chica baja la guardia sin quererlo.
Así, cuando llega Alex, un viudo padre de dos hijos pequeños, poco puede hacer Katie para impedir que su corazón se enamore… y sí, intentará negarse, los recuerdos de su antigua vida le harán dudar varias veces, pero en definitiva, el amor tiene las de ganar, ¿o no?

He leído algunas reseñas sobre esta novela que la tratan de sosa o floja. Yo creo que, más allá de la cuestión romántica, hay que analizar otras cuestiones.
En esta historia, la protagonista escapa de un marido maltratador y violento al extremo (Kevin), que cree que las relaciones se manejan a golpe y que su esposa debe ser sumisa y actuar como él pretende.
¿Acaso nadie ha conocido un caso así en la vida cotidiana? Es un tema muy actual, algo que se vive –lamentablemente- casi a diario, mostrando que incluso en el siglo XXI, la violencia de género sigue ocurriendo y muchas veces termina de la peor manera.

Katie ha vivido años completos de maltrato, de palizas desenfrenadas, de dominio absoluto sobre su persona. Un día se decide a abandonarlo y elabora un plan que le permite escapar y alejarse de una vez y por todas. Desde el mismo momento que deja su hogar, ella pasará día y noche temerosa de caer de nuevo en las garras de Kevin y pensándose culpable de todo lo que ha ocurrido. Cree que no merece que la quieran, que es la única responsable de la violencia que padeció sin nadie a quien poder recurrir a pedir ayuda. Alex llegará para demostrarle a Katie que las segundas oportunidades son válidas y merecen su tiempo.

Sparks sabe cómo intercalar momentos de dulzura por parte de los pequeños Josh y Kristen, que tienen un buen modelo a seguir en su padre. Porque Alex es un dulce completo. Un hombre de esos de los que cualquier mujer se enamoraría. Padre devoto, que ha perdido a su esposa a causa de una grave enfermedad y descubre en Katie a la mujer con la cual podría rehacer su vida y formar una familia juntos a sus hijos.
Ver el desarrollo de la relación entre ambos me hizo suspirar y estremecer más de una vez. El tiempo que le lleva a Alex decir lo que siente, la angustia de Katie y la capacidad de Alex para descubrir lo que le sucede a la muchacha. En verdad me ha encantado la forma en que se acercan y enamoran.

Kevin, por otro lado, me generó un odio profundo y repulsivo. Principalmente porque pude identificarme, recordando a gente que he conocido y mostraba muchos puntos en común con este hombre enfermo y delirante que solo piensa en recuperar a Katie y matarla, así, en partes iguales. Porque la ama, pero detesta que lo haya abandonado.
Jo, por su lado, me ha resultado muy simpática. Por su capacidad para escuchar y dar buenos consejos, por la compañía segura que representa para Katie, por su jovialidad y sonrisas continuas. Debo admitir que en ningún momento me esperaba el desenlace que el autor hace para con este personaje, y lloré a lo grande al leer las últimas páginas de la historia.

Una historia realista en más de un sentido, con la emoción justa por parte de Sparks y un protagonista que te enamora con su sola forma de ser, “Un lugar para refugiarse” merece una oportunidad, incluso por parte de quienes no gustan del romance, como yo. Porque va más allá del drama y muestra otras cuestiones igual de importantes.
Un libro que te hace pensar respecto a la toxicidad de algunas relaciones y la posibilidad de dejar a un lado esa vida violenta y seguir un sendero más cálido y seguro. Una novela para disfrutar en todo sentido.

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Nos leemos pronto!

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