Adictos a la Escritura, Proyecto Abril: "Titanic" - Inevitable

En la oscuridad plena, allí donde la luz muere más allá de todo esfuerzo, sucedió lo inevitable.

Un momento agónico y trágico, terrible y tormentoso por igual.

En su magnificencia, jamás había llegado a pensar que podía que ocurrirle tal hecho. No, ni en sus peores pesadillas había saboreado un temor semejante.

Pero estaba ocurriendo, a toda velocidad, imparable y con sed de vida inocente. Estaba sucediendo, allí donde la luz moría, la vida se extinguiría también.

No había tiempo ni modo de alejarse. No había forma posible de plantar barrera y escudarse del golpe fatal. Podía sentir los gritos de miedo, lastimeros y desgarradores. La resignación era su única salida: mirar de frente a la muerte que se le presentaba como una dama de manto oscuro, tan oscuro como la noche helada que cubría su cabeza desde hacía varias horas, y saber que no había escapatoria.

Era inevitable. Sucedería, lo quisiera o no, padeciendo la angustia de tantas vidas humanas, pensándose responsable de los decesos, sabiendo que su cuerpo sufriría también algún tipo de daño mortal. Y el choque ocurrió… anunciaron el impacto gritos desgarradores y llantos desesperanzados.

Pudo verse destrozado, pudo sentir el sabor metálico de su agresor. Supo, en un momento de sublime iluminación mental, que su oponente no llevaba las de ganar. No sería él quien cayera en aquella oscuridad absoluta, sino su atacante. La muerte había desviado la mirada de su posición, motivada por la idea de cargar con tantas almas como le fuera posible. Él sólo era uno, el otro llevaba a cuestas a miles de indefensos y asustados humanos.

Sintió lástima por su contrincante. Ya no lo veía como un enemigo, sino como un lastimado guerrero de metal forjado. Una máquina que se suponía invencible, tan culpable como él de lo inevitable.

Cerró los ojos gimiendo levemente. Un trozo de su masa congelada se había desprendido por el choque, dolía allí donde faltaba hielo. Imaginó la agonía de su accidentado compañero de tragedia, sabiendo que lo suyo no revestía de importancia.

En el cielo, una estrella brilló artificial por unos momentos. Rogó por la llegada pronta de algún tipo de ayuda. Sabía que para cuando arribaran los tan suplicados salvadores, la parca se habría hecho de un buen botín de guerra.

Había sido inevitable, al menos de su parte. No tenía más opción que sumirse en helados sueños intentando no escuchar los gritos de socorro ni el llanto de los heridos. 

La mañana mostraría los restos del feroz choque. El sol jamás podría derretir en él las memorias de aquel suceso sin igual. 

~*~*~*~*~

¿Qué les pareció? pensé en darle una vuelta de tuerca al asunto de narrar un relato con el tema "Titanic" y salió esto: una suerte de versión de los hechos del iceberg. 

Espero sus comentarios!

Nos leemos pronto!