Soy parte del mundo...

Cierro los ojos y respiro profundo...

Soy un junco, mi cuerpo se curva flexible y me mueve impulsado por el viento de un lado a otro. Mis ramas verdes denotan vitalidad, a pesar de los años que cargo a cuestas.

Puedo saborear el aire que veloz se mueve entre mis hojas, que me hace bailar grácilmente y me motiva a sonreír, porque descubro que estoy vivo y el mundo me piensa tanto como yo a él.

Soy un águila que extiende las alas y se eleva alto, muy alto.

Me valgo de las ráfagas que se deslizan entre mis alas para tomar altura y luego dejarme caer en picada.

Y en el último instante antes de golpear contra las frías aguas del lago que vengo sobrevolando, mi cuerpo gira bruscamente y mis garras atrapan un pez, mientras mis alas retoman vuelo. Soy parte del mundo y el mundo mismo tiene su parte en mí.

Soy viento. Aire que corre, danza, se agita , gira, contragira, salta y grita.

Soy agua. Masa líquida que venera la vida y por la vida me veneran.

Soy roca. Firme, inamovible, enterrada en el suelo mismo que me vio nacer.

Soy parte del mundo. Debería detenerme a observar mejor cada detalle, a vivirlo todo al máximo.

La vida es breve y mucha veces, se pasa veloz mientras nos preocupamos por cuestiones carentes de valor o real importancia...

Nos leemos pronto!